Gestión del riesgo
El coste de la energía forma parte del core business de tu empresa y tiene una influencia directa sobre el cash flow y la rentabilidad de la cuenta de resultados, en definitiva, en la competitividad del negocio.
¿Qué podemos conseguir con una estrategia activa de gestión del riesgo de la energía?
- Ayudar a estabilizar los flujos de caja.
- Ayudar a proteger los márgenes comerciales.
- Controlar presupuestos previstos.
- Eliminar el efecto temporal de la compra.
- Tener una ventaja competitiva frente a la competencia.
Es por tanto recomendable valorar la posibilidad de gestionar la compra de energía de una forma diferente.
Para ello proponemos el siguiente proceso:
A través del conocimiento, tanto del negocio como del perfil de riesgo de cada empresa, podremos adaptarnos mejor a los riesgos externos existentes en cada momento. De esta forma, conseguiremos minimizar los riesgos, a través de la estrategia de actuación seleccionada.
Realizamos un continuo seguimiento y monitorización del mercado, para aplicar en el momento oportuno las acciones necesarias con el objetivo de cumplir la estrategia de gestión del riesgo elegida. Posteriormente un control continuo nos permite valorar si las decisiones tomadas, en cada momento del ciclo, han sido acertadas.
La gestión del riesgo se realiza teniendo en cuenta las siguientes preguntas clave sobre la gestión del riesgo, la priorización de los objetivos del cliente y el conocimiento de las necesidades que pueda tener en cada momento el proveedor.
Se pueden utilizar diferentes estrategias en función de los productos disponibles en el mercado:
Se comparan y evalúan los costes y riesgos de cada una de las alternativas.
Se define una estrategia individualizada para cada cliente, gestionando el riesgo en cada momento y teniendo en cuenta que el mercado puede fluctuar en función de los siguientes parámetros:
- La estacionalidad.
- La volatilidad.
- La tendencia del mercado (bajista o alcista)
- Diferencial o spreads frente a otros mercados y/o commodities.